domingo, 20 de noviembre de 2011

El premio de Paula Markovitch


Cuenta que utilizó un director de fotografía polaco porque ni los mexicanos ni los argentinos la convencían. Los primeros porque iluminan desde la publicidad o desde la sordidez y los segundos porque creen que hay que reproducir la realidad y también creen que la realidad es fea. Y ella quería algo que solo se consigue en Europa del Este: una tristeza que no sea sórdida ni fea.

hollywoodReporter

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